Si escuchamos la palabra latín, inmediatamente aparece en nuestra cabeza el Imperio Romano, ya que ésta era la lengua oficial de dicho imperio, claro está que él latín es proveniente del Lacio, de donde fue traspasando toda barrera geográfica hasta cubrir gran parte de Europa. Para hablar del origen del latín, es necesario comenzar del punto de partida de este idioma para así poder comprender su importancia en el desarrollo de otras lenguas.
En la ciudad del Lacio, Italia en el siglo IX a.C, aproximadamente, comienza a hablarse el latín transformándose en la lengua oficial del Imperio Romano, lo que provocó una especie de estallido de popularidad de dicha lengua, debido a la importancia de los romanos en Europa. Era necesario para los romanos establecer nexos comunicativos mediante los cuales podían formar con mayor facilidad cada punto nuevo a conquistar, por lo que el lenguaje fue su herramienta principal en conjunto con los grandes ejércitos que poseían. Es así que gracias al latín comenzó a tejerse una especie de telaraña que llevó al surgimiento de una gran variedad de nuevas lenguas, de las cuales la gran mayoría se mantienen en la actualidad.
Con la creciente necesidad de expansión llegó el momento de mezclar el latín con lenguas ya presentes en otras culturas, lo que originó la fragmentación de este tomando características de la gran cantidad de nuevas regiones descubiertas. Por otro lado dentro de la misma Italia, las clases sociales se encargaron de darle características propias al latín, lo que llevo a las siguientes clasificaciones del latín: latín vulgar, latín bajo, latín eclesiástico, entre otras. Dentro de todas las clases que existieron, respecto del latín, cada una fue una clara representación de las marcadas clases sociales de la época.
Volviendo al imperio romano, es el latín quien en cierto modo nos permite ver con claridad los procesos por los cuales pasaba este tomando influencias de cada uno de ellos, por ejemplo, el bajo latín fue empleado mientras dicho imperio pasaba por una etapa de decadencia, lo que en un período tardío causó una gran fragmentación, llevando al origen de las lenguas romances que son los idiomas que conocemos hoy en día.
Según la página http://www.cervantesvirtual.com el latín se mantuvo muy cohesionado y uniforme hasta su desaparición, otros aseguran que ya desde los siglos II y III d.C había perdido su carácter unitario, por lo que se encontraba fragmentado en múltiples y variados dialectos, si tomamos en cuenta lo planteado por esta página la expansión se demoró muy poco en comenzar, lo que llevo a una pronta deformación del latín tal cual se conocía en el Lacio del siglo IX a.C.
En la actualidad el latín se mantiene como la lengua oficial de la Ciudad del Vaticano, por lo que también continúa siendo la lengua principal de la Iglesia Católica Romana de estos días, es digno de recalcar que a partir de un solo idioma nacieron una inmensidad de dialectos que se fueron propagando alrededor del mundo, dando así a todo ser humano en la tierra la posibilidad de establecer diversas relaciones comunicativas, todo gracias a una lengua que con el paso de los días se va extinguiendo y que en sus años dorados fue la encargada de que el lenguaje se tomara el mundo.
En la ciudad del Lacio, Italia en el siglo IX a.C, aproximadamente, comienza a hablarse el latín transformándose en la lengua oficial del Imperio Romano, lo que provocó una especie de estallido de popularidad de dicha lengua, debido a la importancia de los romanos en Europa. Era necesario para los romanos establecer nexos comunicativos mediante los cuales podían formar con mayor facilidad cada punto nuevo a conquistar, por lo que el lenguaje fue su herramienta principal en conjunto con los grandes ejércitos que poseían. Es así que gracias al latín comenzó a tejerse una especie de telaraña que llevó al surgimiento de una gran variedad de nuevas lenguas, de las cuales la gran mayoría se mantienen en la actualidad.
Con la creciente necesidad de expansión llegó el momento de mezclar el latín con lenguas ya presentes en otras culturas, lo que originó la fragmentación de este tomando características de la gran cantidad de nuevas regiones descubiertas. Por otro lado dentro de la misma Italia, las clases sociales se encargaron de darle características propias al latín, lo que llevo a las siguientes clasificaciones del latín: latín vulgar, latín bajo, latín eclesiástico, entre otras. Dentro de todas las clases que existieron, respecto del latín, cada una fue una clara representación de las marcadas clases sociales de la época.
Volviendo al imperio romano, es el latín quien en cierto modo nos permite ver con claridad los procesos por los cuales pasaba este tomando influencias de cada uno de ellos, por ejemplo, el bajo latín fue empleado mientras dicho imperio pasaba por una etapa de decadencia, lo que en un período tardío causó una gran fragmentación, llevando al origen de las lenguas romances que son los idiomas que conocemos hoy en día.
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En la actualidad el latín se mantiene como la lengua oficial de la Ciudad del Vaticano, por lo que también continúa siendo la lengua principal de la Iglesia Católica Romana de estos días, es digno de recalcar que a partir de un solo idioma nacieron una inmensidad de dialectos que se fueron propagando alrededor del mundo, dando así a todo ser humano en la tierra la posibilidad de establecer diversas relaciones comunicativas, todo gracias a una lengua que con el paso de los días se va extinguiendo y que en sus años dorados fue la encargada de que el lenguaje se tomara el mundo.