lunes, 28 de junio de 2010

La imagen de la sobrevivencia

La zona centro se caracteriza porque en ella se concentra la actividad administrativa, económica y política del país. Poseedora de un clima benigno (templado, apacible), el cual facilita la actividad relacionada con la agricultura. Este espacio geográfico alberga a diferentes etnias, las cuales poseen características en común.

El fin de este ensayo es establecer los rasgos característicos de dos de las etnias que habitan la zona central, demostrar como las actividades permanecen aún en nuestras vidas y hacer notar un punto muy importante en lo que es la evolución del ser humano, tomando uno de los aspectos más importantes de la cultura: la agricultura presentes en la zona: Changos y Pehuenches.

La zona central fue habitada por diversos grupos autónomos, los cuales tenían costumbres similares, lo que les dio la facilidad para relacionase y para poder convivir juntos y realizar una nueva cultura. Por ejemplo los pehuenches aún forman parte de la cultura mapuche, y habitualmente se caracterizan por la recolección de piñones, las semillas de la araucaria o pehuén.

Los changos se dedicaban principalmente a la agricultura y a la pesca, el clima era el que favorecía las riquezas del lugar en donde los individuos permanecieron por mucho tiempo, ya que se dieron cuenta de que podían realizar todo tipo de actividades; agricultura, pesca, ganadería etc.

Estos grupos originarios se esforzaban mucho para poder sobrevivir y construir una gran colectividad.

Los pehuenches al recolectar piñones de araucarias y pinos, facilitaban uno de los trabajos más importantes que existe en una “comunidad”: el comercio.
Al almacenar todos estos alimentos, creaban productos para sus ganancias, ejemplo:

Estos se encargaban de la elaboración del pan y de una bebida fermentada, semejante a la chicha, para luego realizar un trueque con otros pueblos que se encontraban cerca del terreno, por elementos que eran complejos de obtener.

Estas dos etnias organizaban estas actividades una vez al año, y lo que se consumía era almacenado en silos construidos debajo de la tierra para ser utilizados en épocas de sequía o de rigurosas heladas.

Los pehuenches practicaron el comercio con sus vecinos Mapuches y como ellos mantuvieron una durísima lucha contra los españoles intercambiaban caballos por vestidos, esta practica conocida como trueque, mencionado anteriormente la practicaban con sus vecinos aborígenes y los españoles.

Estas dos etnias dejaron el legado del como sobrevivir ante todos los obstáculos, creando nuevas civilizaciones que siguieron utilizando gran parte de la cultura de estas dos grandes etnias, las cuales fueron importantes para el desarrollo de nuestros días.

Nuestra sociedad ha cambiado un poco la forma de utilizar la agricultura, generalmente vemos que gente de la ciudad, excepto lo que son las empresas de cultivos, ya no hacemos el esfuerzo de cultivar nuestras propias necesidades, hablo de la semilla que hace al hombre poder desarrollarse; el alimento.

Vemos que la sociedad en ese sentido involucionó, un ejemplo claro es cuando vamos al supermercado, y vemos que todo se nos entrega como se dice hoy en día en bandeja, tenemos todo a mano, no nos esforzamos lo suficiente para obtener nuestras necesidades, solo hay un sacrificio más el cual es trabajar para poder pagar, para poder subsistir.

Dejamos atrás algunas cosas importantes, el cual nos hacen avanzar más como ser humano, tratar de alguna forma vivir sin ayuda de otros.

La magia del sur

El frío ha sido un impedimento para el desarrollo de la vida de algunas personas; pero éste no lo fue para los pueblos originarios del sur, que sin importar las condiciones geográficas pudieron desenvolverse con gran facilidad. Suponer por qué, en una zona tan hostil como el sur de Chile, se pudieron desarrollar algunas de las etnias presentes en nuestro país y el legado de éstas, tendrá una posible respuesta en este texto.

Los pueblos que se asentaron en esta zona de nuestro país tuvieron un gran desafío, ya que al estar tan cerca del polo sur se vieron expuestos a factores climáticos desfavorables para ellos, tanto como el frío y las lluvias. Estos pueblos instauraron un estilo de vida basado en la pesca principalmente la caza y la recolección de algunos moluscos, los diversos pueblos que se establecieron en los distintos y bellos parajes de esa zona.

Los caucahues, chonos, huilliches, alacalufes, onas y yaganes habitaron libremente esta zona antes de la llegada de los españoles, sus culturas eran basadas en la vida en clanes familiares, por lo tanto la unión entre ellos era muy fuerte, las tareas eran repartidas equitativamente según sus criterios, los hombres iban de casa mientras las mujeres se encargaban de otras labores como la elaboración de pieles y de canastas para mariscar, mientras tanto que en otras cultura más avanzada como los huilliches poseían métodos más avanzados de caza, recolección y confección, tales como el telar y sus utensilios, sin embargo estos no son los legados más importantes que los pueblos dejaron antes que la mayoría de ellos se extinguiese.
Hoy en día las personas del sur se caracterizan por llevar una vida simple (en el caso de las personas campesinas o las personas que viven de la pesca) y ser muy acogedores, esto por lo mencionado anteriormente. Gracias a estos pueblos las personas aprendieron un estilo de vida, a labrar la tierra y auto sustentarse, la gran mayoría de los conocimientos sobre nuestra tierra han sido otorgados por los pueblos originarios, por ejemplo el periodo de las mareas, los tipo de tierra fértiles, cuando hay que plantar, también que alimentos se deberían plantar en ciertas épocas del año, junto con una rica cultura mítica ( aunque un poco mestizada) la cual afectó plenamente a las vidas de muchas personas sobre todo en la isla grande de Chiloé con muchas tradiciones las cuales se siguen practicando hasta los días de hoy. Algo de lo cual nos podemos enorgullecer que es nuestra gastronomía sureña, son un ejemplo vivo de la utilización de los recursos gastronómicos de muestro territorio.
Viéndolo desde cierto punto de vista, no creo que todo chileno se pregunte porque la gente del sur es así de especial, bueno siendo chilote me he percatado aún más de la magia de nuestro territorio y que las personas son como son gracias al legado de los pueblos originarios de nuestro país, lamentablemente no se aprecia lo suficiente la magia del sur.

jueves, 10 de junio de 2010

La llegado de una nueva lengua.

La expansión comenzó con la llegada de Cristóbal Colón a América en el año 1492, en las Islas que los nativos llamaban Guanahaní, las que posteriormente recibirían el nombre de San Salvador, por su ubicación en el archipiélago de las Bahamas. Claro está que Colón no se quedó en un solo lugar y continuó recorriendo hasta que llegó a lo que hoy se conoce como Cuba, bautizándola con el nombre de Juana, ya que estaba convencido que había llegado a las Indias de Orientes, es por esto que llamó indios a los habitantes de Haití. Posteriormente llega a la República Dominicana, asignándole el nombre de La Española; en este lugar construyó un refugio al cual nombró Navidad, convirtiéndose esta en la primera palabra en español utilizada en América.
Tras la llegada de Colón, comenzaron a arribar los colonizadores, quienes eran conquistadores o misioneros que venían a América en busca de nuevas oportunidades, ya que ellos creían haber llegado a las Indias de Oriente. Es así como los colonizadores se encargaron de fomentar el uso de las lenguas generales, es decir, las que eran utilizadas en diferentes pueblos en los que habían aproximadamente 123 lenguas de las cuales tenían su propio dialecto; dentro de las lenguas más importantes son: Náhuatl (México), el Taíno, el Maya, el Quechua (Perú), Guaraní, y el Mapuche. En su intento por comunicarse con los indígenas, los colonos recurrieron al uso de gestos.
La influencia de la Iglesia fue muy importante en este proceso, puesto que realizó, especialmente a través de los franciscanos y jesuitas, una intensa labor de evangelización (con la consecuente aculturación) y educación de niños y jóvenes de distintos pueblos mediante la construcción de escuelas y de iglesias en todo el continente. De hecho, en 1536, es el emperador Carlos I, en presencia del Papa, quien utiliza por primera vez la expresión lengua española, la cual —según el monarca— "era tan noble que merecía ser sabida y entendida de toda la gente cristiana, hecha para hablar con Dios".
La expansión del español no fue tan fácil, por ellos los colonizadores tuvieron que utilizar el mestizaje para poder seguir recorriendo el territorio en los cuales se mesclaron dos grupos muy distintos, con dos modos de hablar y también dos culturas diferentes, estos dos pueblos son los españoles e indios.
Desde que llegó el español a América (1492) hasta nuestros días, éste se ha extendido por los cinco continentes. Además de ser la lengua oficial de España y de diecinueve países Americanos, de los cuales podemos destacar: México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Cuba, República Dominicana, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Argentina, Chile y Puerto Rico, en este último, al igual que en el Caribe se habla Inglés y Español.
En Estados Unidos, el español es la segunda lengua principal, con 23 millones de hablantes, los cuales se ubican en determinadas zonas geográficas como Nuevo México, Arizona, Texas, California y Florida. Se estima que en la próxima década, entre 27 y 30 millones de norteamericanos hablarán español, los que constituirá el 12% de la población de dicho país. En la actualidad Nueva York y Los Ángeles tienen más de un millón de hispanoparlantes.
Con lo anteriormente expuesto, queda planteado con claridad, que el español es una de las lenguas más importantes y más habladas en el mundo, especialmente en América, ya que es aquí donde nace y se expande por medios humanos. Principalmente, vemos también que para la Iglesia era una manera de evangelizar y educar a los niños y jóvenes. Es una lengua fácil de aprender y hablar, ya que muchos al emigrar fueron enseñándola en el lugar donde se radicaban, por esto y muchas otras cosas tenemos fundamentos de sobra para decir y reafirmar que la lengua Española es la madre de las lenguas que están en América, ya que permitió la unión de pueblos y personas.